
La propagación por división de las plantas constituye un método muy fácil de propagar un gran número de plantas perennes, y presenta la ventaja añadida de que permite reavivar grupos de plantas viejas que ya no producen flores y hojas como si estuvieran en pleno desarrollo.
En primavera o en otoño, arranque algunas plantas perennes y hierbas, y colóquelas sobre una superficie llana, como una tabla o una lámina de plástico.
Coloque dos horcas «de espaldas» sobre la planta y corte trozos de diferentes tamaños . Si las plantas son muy viejas y leñosas, use un cuchillo afilado o una pala para cortarlas en partes más pequeñas.
Una vez divididas , deseche la parte central, si es que está muy congestionada y es leñosa. Replante los trozos o trasplánte los a macetas, y no olvide regarlos para que enraicen.
Propagación plantas por acodo
Es una forma de propagar plantas leñosas sin necesidad de ningún tipo de equipo especializado. Muchas plantas llevan a cabo el acodo de forma natural, dejando caer sus ramas más bajas para que entren en contacto con el suelo, echen raices y den lugar a nuevas plantas.
Se puede llevar a cabo a principios de primavera, cuando la planta madre está en inactividad, o bien a finales de verano, cuando las ramas están maduras. Elija un tallo flexible apropiado y cave un surco poco profundo cerca de la planta madre. Tuerza el tallo hasta depositarlo en el surco y sujételo con un alambre en forma de «U», dejando 15-20 cm de brotes por encima del nivel del suelo. Raspe una capa de la corteza del tallo con un cuchillo afilado; de esta forma, aumentará las posibilidades de enraizamiento cuando el cámbium entre en contacto con el suelo. Compruebe el acodo asegurándose de que el suelo no se seque y supervise las raíces. Después de una estación, el acodo deberá estar listo para desprenderse de la planta madre. A partir de este momento, podrá replantar lo o plantarlo en una maceta.
Acodo aéreo
Se puede practicar con plantas leñosas, entre ellas muchas que son difíciles de propagar en casa a través de otros métodos.
- En primavera, seleccione un tallo al menos del grosor del dedo meñique. A 30 cm del final del tallo y justo por debajo de un nudo, realice un corte circundante (de la profundidad de la corteza) alrededor del tallo con un cuchillo. Haga un segundo corte paralelo al primero y separado de éste 2,5 cm, y únalos mediante un tercer corte. Desprenda 1 a corteza entre los dos aros para dejar el cámbium al descubierto. Retírelo para impedir que se formen callosidades en la herida.
- Corte la base de una bolsa de polietileno y coloque el tubo alrededor del tallo.
- Recubra la herida con un fomentador de enraizamiento, que suele ser esfagno humedecido, aunque también se pueden usar virutas de madera o fibra de cuero.
- Sujete el esfagno en su sitio, envuélvalo con plástico negro alrededor del tallo y átelo.
Propagación plantas a partir de plántulas
Otro medio muy sencillo de propagación consiste en aprovecharse de la tendencia natura l que tienen algunas plantas a producir plántulas. Estos pequeños retoños, versiones en miniatura de la planta madre, se forman como satélites de esta última. Se denominan plántula o bulbillos en función de si la planta madre es una perenne o un bulbo. Se pueden cortar directamente de la planta madre y replantarse o trasplantarse en maceta.
Bulbos
En el caso de las plantas bulbosas, como el narciso y el ciclamen, este tipo de propagación debe llevarse a cabo durante el periodo de inactividad. Se arranca el bulbo del suelo y se separa el bulbillo. Después, la planta madre puede volver a plantarse, preferentemente añadiendo fertilizante equilibrado al suelo y regándola bien.
Perennes
En el caso de las plantas perennes que producen plántulas,como Agave americana y Eryngium agavifolium, las plántulas pueden arrancarse directamente de la planta con
la ayuda de un cuchillo afilado y replantarse o trasplantarse en macetas. Es preferible hacerlo a principios de otoño, cuando hay menos probabilidades de dañar la planta